Seattle es una ciudad joven, pero su corta historia forma parte de su paisaje y su encanto característicos. Viaja a Seattle y visita las esclusas de Hiram Chittenden en el barrio de Ballard. Esta increíble obra de ingeniería fue atravesada por primera vez por un barco en 1916 y hoy es uno de los sistemas de esclusas más activos en los EE.UU. A continuación, puedes recorrer el Jardín Botánico Carl S. English Jr., un jardín de estilo inglés con más de 1500 variedades de plantas. O puedes visitar el Gas Works Park, donde se encontraba la Seattle Gas Light Company: esta antigua empresa ahora es un punto estratégico de observación de la ciudad. Y no te pierdas la famosa Space Needle: desde la cima, puedes disfrutar de vistas despejadas de la bahía, la Cordillera de las Cascadas y el Monte Rainier.

Dia en el mar

Ketchikan sits at the southern end of Alaska’s Inside Passage— a gateway to the wild landscapes and seascapes of Misty Fjords National Monument. The canned salmon capital of the world, it’s a hub for fishing and outdoor sports. It’s also home to three tribes of Northwest Coast Native Americans, making it a great place to get a taste for the local culture. You’ll see it in the colorful, hand-carved totems that line the city’s streets and parks, and in the unique stilted homes that cling to Deer Mountain’s slopes. If you want to get up close and personal with nature, venture into the Tongass National Forest, the largest in the United States. Or head to Ketchikan Creek Waterfall for amazing views of downtown Ketchikan and a glimpse at the yearly salmon runs.

Sitka truly offers the best of Alaska. Its small-town appeal stems from a unique blend of Russian, Tlingit and American history. Its snow-capped peaks and volcanic Mount Edgecumbe pose among the state’s most postcard-worthy scenes. And its rare wildlife astounds, from Saint Lazaria Island’s orange-beaked puffins to Alaska Maritime Refuge’s 40 million seabirds. This is off-the-path Alaska, where you can kayak Sitka Sound alongside swimming sea otters or fly-fish for the world’s biggest halibut. Whether it’s hiking Baranof Island trails or listening to tribal stories passed down for generations, in Sitka the midnight sun never sets on adventure.

El fiordo Endicott Arm, uno de los tesoros escondidos de Alaska, marca el extremo meridional de la zona denominada Fords Terror Wilderness. Al surcar sus 48 km, no podrás evitar asombrarte ante los majestuosos acantilados de granito, los valles montañosos y las docenas de impresionantes cascadas que te rodean. Contempla los icebergs a la deriva, las aguas de un azul intenso y los espectaculares glaciares costeros, que suman belleza a este fabuloso espectáculo natural.

No se puede llegar a Juneau fácilmente sin un sprint por aire o por mar. Pero una vez que llegues, encontrarás majestuosas vistas y rica cultura en cada esquina. Con sus montañas cubiertas de nieve, bosques húmedos, enormes glaciares y abundante vida silvestre, la remota capital del estado de Alaska es el lugar perfecto para sumergirse en la naturaleza. Enmarcado por el Monte Juneau y el Monte Roberts, el pintoresco centro de la ciudad ofrece bares centenarios, boutiques y monumentos históricos. Para conocer la cultura local, visita el distrito histórico y el Museo Estatal de Alaska. Y para las emociones al aire libre, puedes elegir entre actividades que van desde el avistaje de ballenas en el puerto de la bahía de Auke hasta el trekking en la tundra sobre el glaciar Mendenhall e incluso probar suerte en el lavado de oro en Last Chance Basin.

Dia en el mar

Victoria delivers a delightful blend of British pomp and outdoor adventure. Here you can admire Victorian architecture at Craigdarroch Castle and eat your way around Canada’s oldest Chinatown. Explore “Garden City” floral displays or go biking in the “Cycling Capital of Canada”. From orcas whistling in the harbor to glow-in-the-dark scorpions at the Bug Zoo, Victoria has every adventure covered.

Seattle es una ciudad joven, pero su corta historia forma parte de su paisaje y su encanto característicos. Viaja a Seattle y visita las esclusas de Hiram Chittenden en el barrio de Ballard. Esta increíble obra de ingeniería fue atravesada por primera vez por un barco en 1916 y hoy es uno de los sistemas de esclusas más activos en los EE.UU. A continuación, puedes recorrer el Jardín Botánico Carl S. English Jr., un jardín de estilo inglés con más de 1500 variedades de plantas. O puedes visitar el Gas Works Park, donde se encontraba la Seattle Gas Light Company: esta antigua empresa ahora es un punto estratégico de observación de la ciudad. Y no te pierdas la famosa Space Needle: desde la cima, puedes disfrutar de vistas despejadas de la bahía, la Cordillera de las Cascadas y el Monte Rainier.